Al hilo del Quijano

Nota: los textos que figuran en negrilla son del libro El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha

1

Es pues de saber que este sobredicho hidalgo los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías…

Holgazán en todo el año, era el contrario rato, rato leve y chabacano.

 

2.

Que no todas las hermosuras enamoran, que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad.

Rindió el cuerpo aunque no sus labios al hermoso, que se contentaba con besar su voluntad por la parte de la frente.

 

3.

Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos

Donde a las encinas amo y después me aparto.

 

4.

Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro.

Y el eunuco más que el abundante fecunda de sueño el ávido vientre de las yermas.

 

5.

…y tendidos sobre la verde yerba, con la salsa de su hambre almorzaron.

Hartos los henchidos de comer las viandas sin salsa, se la pidieron a un hambriento, que en tala mojaba los dedos.

 

6.

Asi es, dijo Sancho; pero tiene el miedo muchos ojos.

Pues es ciego el osado, todos le ayudan a cruzar las aceras y a no tropezar con las esquinas.

 

7.

Dijo Don Quijote: y desde aquí adelante ten más cuenta con tu persona, y con lo que debes a la mía; que la mucha conversación que tengo contigo ha engendrado este menosprecio

Mudó en mudo así el caballero, mudando el otro en sordo, por lo que apenas si varió el precio.

 

8.

Cortada, pues la colera, y aun la melancolía, subieron a caballo.

Mellada la tijera por su uso, restó siempre por cortar una leve desazón.

 

9.

Lo que levantó tu hermosura han derribado tus obras: por ella entendí que eras ángel, y por ellas conozco que eras mujer.

Por entre los muslos y la vagina de las obras, el hombre a las hembra fecundan, y nacen las obras del hombre.

 

10.

Libertad te da el quie sin ella queda, ¡oh caballo tan extremado por tus obras cuan desdichado por tu suerte¡ vete por do quisieres…

Y calor el que sin manta queda, y amor el que se le desdeña.

 

11.

…y así sin querer tomar venganza de mis mayores enemigos…quise tomarla de mi mano, y ejecutar en mi la pena que ellos merecían, y aun quizá con más rigor del que con ellos se usara, si entonces les diera muerte, pues la que se recibe repentina presto acaba la pena; mas la que se dilata con tormentos siempre mata, sin acabr la vida.

Atorméntame siglo tras siglo, porque matándome nunca jamás me acabes, que no cabe si me acabas, que ni siquiera me mates.

 

12.

_Majadero_ dijo a esta sazón Don Quijote_ a los caballeros andantes no les toca ni atañe averiguar si los afligidos  encadenado y opresos  que se encuentran por los caminos van de aquella manera o están en aquella angustia, por sus culpas, o por sus gracias, ; sólo les toca ayudarles como a menestereosos, poniendo los ojos en sus penas y no en su bellaquerías.

En sus penas puestos entonces los ojos, de los suyos los tuyos se mojan, y el bellaco tu pena mira.

 

13.

Y con esto le besaba y le acariaciaba como si fuera persona. El asno callaba y se dejaba besar y acariciar de Sancho, sin responderle palabra alguna.

Que de haber tenido palabra cierta, le hubiera dicho: bésame, Sancho amigo, aunque amiga no tengas, besa a las encinas, al hidalgo y a las piedras.

 

14.

Buena es tu esposa Camila; quieta y sosegadamente la posees; nadie sobresalta tu gusto, sus pensamientos no salen de las paredes de la casa.

Poco a poco la casa se va anegando de pensamientos y hay de vez en cuando que quitar el tapón de una ventana.

 

15.

Mira que el que busca lo imposible, es justo que lo posible se le niegue.

Tanto se afanó en hallar compañera, que seimpre enemiga le fue negado.

 

16.

y acabó  enbreves días la vida, a las rigurosas manos de tristezas y melancolías.

Por ser ambidextra, apretaban por igual la diestra, que era la de la pena, y la siniestra, de la melancolía.

 

17.

Hay un refrán en nuestra España, a mi parecer muy verdadero, como todos lo son, por ser sentencias breves, sacadas de la luenga y discreta experiencia.

Abrevió el Juez su larga experiencia en sentencia no del todo breve: nada es delito.

 

18.

Porque ¿qué mayor disparate…que pintarnos un viejo valiente y un mozo cobarde, un lacayo retórico, un paje consejero, un rey ganapán, y una princesa fregona.

A pesar de que no tenía parientes ni apenas medios de fortuna, el viejo se negó a tomar la sopa en la residencia de ancianos.

 

19.

Ese no es el mío _ respondió Sancho_ digno, que no tiene nada de bellaco, antes tiene un alma como un cántaro.

Que al cuadril lleva adosado para dar de beber al sediento, hasta que se queda sin alma y mendiga en vano agua.

 

20.

En todo este tiempo no había hablado palabra don Diego de Miranda, todo atento a mirar y anotar los hechos y palabras de don Quijote, pareciéndole que era un cuerdo loco, y un loco que tiraba a cuerdo.

De mieso estaba tejida la cuerda que tiraba a cuerdo.

 

21.

…que las armas de los togados son las mesmas que las de la mujer, que son la lengua…

Con letrado casado una dama, de continuo se herían, al fundirse en beso largo.

 

22.

_ Sí soy_ reespondió Sancho, soy quien juntate a los buenos y serás uno de llos.

Y malo si a los malos, y necio si a los necios, y sabio si a los sabios, y feo si a los bellos.

 

23.

… que el comenzar las cosas es tenerlas medio acabadas.

Y por sano que el niño nazca, siempre nace medio muerto.

 

24.

Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez rigurosos que la del compasivo.

Había un juez que el rigor de la ley que al delincuente restaba, se lo cargaba sobre sus espaldas en rigor de la gente por tanta bellaquería.

 

25.

_No te enojes, Sancho_ ni recibas pesadumbre de lo que oyeres; que será nunca acabar.

Porque no acababan los decires, acabó él con la pesadumbre, y de pronto se hizo el silencio.

 

26.

Finalmente, con una no vista arrogancia, llamaba de vos a sus iguales y a los mismos que le conocían, y decía que su padre era su brazo, su linaje sus obras, y que debajo de ser soldao, al mismo Rey no debía nada. Añadiéndosele a estas arrogancias el ser un poco músico

No veían bien los superiores que el sargento cantara los sábados en no se sabía qué coro.

 

27.

_Ay, respondió Sancho llorando_ no se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía.

Reclinas la cabeza en las manos de la melancolía, y no osas levantarla, porque te sientes a gusto y notas que no merce la pena.

 

28.

_Señores_dijo don Quijote, vámonos poco a poco , pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño.

En los nidos de antaño y hogaño, el hogaño se atesta.

 

Nota. los textos anteriores forman parte del linro Al Hilo del Quijano. Ed.Devenir.- Madrid