Tocado de la rutina

RUTINA

 

1
No hay otra manera de lavarte, por más que a imaginar te pongas, que recoger el agua con las manos en forma de cuenco, y abofetearla contra la cara.

2
Pues si con el cuenco acariciaras tu rostro, llorando sobre tus brazos, el agua se vertería.

3
Y si entornaras algo tus dedos, llovería en el lavabo, a modo de regadera.

4
Siegas la barba a diario, porque alguien de niño te habló no se qué de la mala yerba.

5
El periódico todas las mañanas de todos los meses y años, habla en la página primera de cientos de muertos en guerras, y en la segura y en la tercera.

6
Sin falta, el buzón está lleno de propaganda de mercados, y de cartas de bancos.

7
Cierto día raro, que recibes una escrita a mano, es de alguna amiga que te anuncia que te odia.

8
Jugarías como de niño a esconderte en el armario, si no estuviera rotundo de ropa, y ella jugara contigo.

9
Hasta qué punto no habrán matado tu juego, que cuando bebes sólo sabes jugar a borracho.

10
Te hubieran enseñado que juguetes eran tus manos, tan sólo te hubieras quedado sin ellos, alguna noche de invierno.

11
Según se quita una media, le ayudo a bajarla con mi mirada, que ya eyacula de tedio, cuando con la otra lo hace.

12
Enseguida bosteza, poniendo tras de la mano su boca, para que ni por asomo el sueño se escape.

13
Y me dice hasta mañana, tal si se fuera a alguna parte.

14
Y apaga la luz de su cabecera, quedando la alcoba, como yo medio oscura.

15
Al minuto escaso la llamo, y la advierto hasta mañana.

16
Entonces le hablo de lo que pienso de la vida, que despierta tacha de bobadas.

17
Aparto la sábana para mirarla sin prisa, porque me gusta jugarla a cadáver.

18
Ya que es lo único que varía, amas por ello el miedo.

19
Es el miedo a la vejez, un miedo color amarillo que huele mucho a viejo.

20
El miedo a la soledad, uno aislado, que de continuo se redunda.

21
Y el a la muerte, te deja muerto.

 

 

SUEÑO

 

1.

La mirada de tu hermana, que es tu madre, es hermana en el sueño.

2.

Jamás duermes en el sueño con tu hermana, que hasta a los sueños le pusieron marco.

3.

De aquella novia primera, ya muerta, acaricias su mano.

4.

Yaces con el camisón túmido de ella, que se excita por el viento.

5.

Escupías, acedado, una calle de París, aunque nunca habías pisado Francia.

6.

Portaste ceniza al horno crematorio, y te devolvieron un cadáver.

7.

Tus ojos, otros ojos para los otros en la vigilia, son comunes en el sueño.

8.

Al despertarte la cama es la cama, y cerca un despertador, que ha disparado contra tu sueño.

 

 

FANTASÍA

1.

Anaba, Ana, tu nombre capicúa, que bien te llamara por delante o por detrás, siempre respondías.

2.

Besaba, Belén,  tu nombre la be primera, que algo notaba mancillada al ser segunda letra.

3.

Carmenba, Carmen, con tu nombre tu cabello, y con saliva.

4.

Marraba, María, tu nombre virginal con sueños todos ellos penetrados.

5.

Nublaba, Nuria, tu cuerpo cuando lo gateaba con el mío.

6.

Sazonaba, Sara, tu nombre, porque más me supiera a algo.

7.

Yo, Yolanda, te odiaba, por no hallar para ti verbo alguno.

 

 

 

Del libro: Tocado de la Rutina
Ed. Devenir
Madrid 1997